El próximo domingo 24 de septiembre los mendocinos eligen gobernador y todo anticipa una definición polarizada entre el exgobernador Alfredo Cornejo y el diputado nacional del PRO Omar De Marchi. A pesar de que Cornejo aparece adelante en los sondeos, De Marchi lo sigue muy de cerca y el final está abierto. Preocupado por el ascenso del líder de La Unión Mendocina, Cornejo viene de hacer un polémico anuncio a las apuradas: el sorteo de 2.150 viviendas. Una movida que en otros tiempos hubiese sido tildada de “populista” por el viejo referente radical.
Una encuesta reciente de Consultores Asociados confirma que “los mendocinos se encuentran inmersos en la desesperanza y el descrédito hacia la actividad política”. Los consultados mencionan estar “cansados de las campañas electorales, candidatos que sólo prometen y no cumplen”. Y en ese contexto, la Unión Mendocina pone el foco en la falta de independencia del Poder Judicial con aprietes a fiscales, operaciones de funcionarios provinciales y cooptación de la Suprema Corte por parte del cornejismo.
Otro sondeo que marca la extrema paridad entre ambos candidatos es el que difundió recientemente la consultora Poliarquía. Cuando la consultora en las preguntas dio la opción de una elección polarizada y los encuestados respondieron sobre si los candidatos fueran solamente De Marchi y Cornejo, en ese caso es De Marchi quien queda primero con el 43% y detrás aparece el radical con el 41%. Y además, otro dato que preocupa a Cambia Mendoza es que el 37% de los encuestados se mostró “muy de acuerdo” con que haya alternancia en el poder, mientras que el 36% no quiere la reelección de Cornejo.
De esta manera, el panorama electoral resulta incierto. Cornejo ganó las Paso provinciales de junio con el 43% de las votos -sumados los votos que aportó Luis Petri en la interna-, pero De Marchi, del PRO, con La Unión Mendocina viene sumando el apoyo de libertarios, dirigentes históricos del Partido Demócrata (PD) y hasta del justicialismo.